sábado, 3 de mayo de 2008

Píldora, TranSantiago, Autopistas y la cacha de la espada

Entré a trabajar y ahora mi tiempo para dedicar a cranear qué puedo escribir se limita a la micro de vuelta. Asi que el post estará configurado como un montón de hechos inconexos que me llamaron la atención, que en su momento los reflexioné y que escribiré lo que recuerde.
1. La píldora del día después. Estuve en la marcha famosa del día 22, pero me retiré antes de llegar a la Moneda. Tal vez solo acto de presencia, para algo que formalmente no tiene vuelta; salvo que:
  • salga un estudio que pruebe que la píldora es netamente anticonceptiva (no abortiva).
  • que alguien convenza al ultraconservadurismo chileno que es mejor detener el embarazo mediante una píldora horas después de la fecundación en lugar de tener más de 120.000 abortos (ilegales) al año, donde además mueren las madres.
  • que cambien la constitución en pos de un acuerdo que dirima cuando un par de celulas pueden empezar a configurarse como "ser humano" (en países de Europa lo hicieron así, aunque suene duro)
  • que se dirima esto democráticamente y se revierta el dudoso accionar del tribunal constitucional (en especial de los tipos que decidieron siendo parte expresamente contraria a la píldora, o el transfuga DC de Fernández).

2. Subsidio permanente a TranSantiago. La próxima semana debería entrar en discusión la ley que otorga subsidio permanente al transporte público (ojo, no solo de TranSantiago). Obviamente todos saltaron a dar su opinión, pero todo demasiado alejado de un debate serio con conocimientos en el tema

  • Es comprensible que haya aprensiones sobre este aparente saco sin fondo. Pero nadie puede decir que "el mal funcionamiento de las micros amarillas era algo que como sociedad estábamos dispuestos a tolerar, porque se autofinanciaba". Por favor, primero ese discurso es de quienes nunca ocuparon dicho sistema y que tampoco ocupan TranSantiago.
  • Por más que hayan opiniones en esa línea como la de Jaime Mulet (que exige que se estudie la vuelta del sistema antiguo), lo que está claro a estas alturas que el sistema capitalino ha mejorado bastante... castigándolo harto "se demorará lo mismo que el sistema antiguo", pero con menos accidentes, menos tacos (donde hay vias exclusivas), menos atracos a micreros (que ahora tienen mejores condiciones en buena parte de los casos - recordar que antes trabajaban 16 horas diarias y dormían en sus máquinas), y con una tarifa drásticamente menor a la que tendría hoy por hoy el sistema anterior.
  • TranSantiago no es sinónimo de socialismo como sale en El Mercurio día por medio. En la provesión de bienes públicos el óptimo del sistema es muy distinto al óptimo privado y en esos casos la intervención estatal se hace necesaria, en términos microeconómicos (no "políticos" como esgrime la UDI). Por lo mismo, las condiciones puestas por senadores como Frei u Ominami se van al otro extremo al exigir que se estatice el sistema. Claro, si el estado tuviera recursos ilimitados como para prescindir de la participación de privados podría ser. Pero claramente no es el caso.
  • El subsidio lo que hace es obligar que el óptimo privado tienda al óptimo social. Pero, igual da lata que actualmente el subsidio estatal vaya a tapar el déficit generado proque el 20% de la población no pague su pasaje. ¡Deben mejorarse los mecanismos de control! ¡Hacer más zonas pagas es necesario!
  • Por último, el problema del transporte urbano debe ser atacado con altura de miras y no pensando en dividendos electorales cortoplazistas. A pesar del trabajo que se dio la comisión de expertos convocada por el ministro Cortázar, toda la clase política queda muy al debe en este tema.

3. Señor presidente de la corporación de automovilistas de Chile: Las autopistas y el TranSantiago no nacen de la misma gente. El plan de autopistas impulsado durante el gobierno de Lagos fue hecho por el Sr. Echeñique, arquitecto urbanista de la universidad de Cambridge (creo que de esa universidad). Los ingenieros en transporte del país, rescatando las experiencias de otros países donde estan demoliendo las autopistas, se opusieron a dicho plan, conscientes que en los nefastos efectos en el mediano y largo plazo. Si ya estamos metiendo autos a la capital incentivando su uso con dichas obras, es sensato pensar en tratar de evitar que el centro colapse. En este punto, y tomando en cuenta que las ventas de automóviles crecen anualmente en más de 20%, la tarificación vial se hace imprescindible.

4. Una nueva autopista urbana para Santiago. Hace dos semanas salió en La Tercera la configuración de una nueva autopista urbana que contacte Av. La Florida con la Autopista del sol. Sabiendo las malas experiencias que nos hemos dado en Santiago con las otras autopistas urbanas (en especial en términos de congestión y de segregación urbana), insistir en lo mismo aduciendo que "con ello podremos construir el corredor de transporte público" (sumando con ello un aporte del MOP) nos leva a un espiral poco transparente, y que dá luces de por qué dichos corredores de transporte público no se construyeron cuando debían haberse construído.

5. Relajando la vena. Entrar a trabajar (formalmente) ha implicado que por primera vez deba empezar a preocuparme de la pinta, del afeitado, del pelo, que la combinación de la corbata y la camisa sea coherente, que hay que comprarse ropa... ¡heavy!.