Esto se llama "apuntes rápidos sobre las municipales". Algunas consideraciones para tener en cuenta:
- La primera y evidente es que Luis Montt, a pesar de su mala gestión, fue reelecto. De todas formas bajó su votación. Quedó la impresión que si hubiera competido con un "buen candidato", la contienda habría sido más dura. Ciertamente Sara Campos no era la mejor candidata (también respaldó el cambio de PRC el 2006, ha respaldado tácitamente la instalación de centros comerciales en la comuna, etc).
- La segunda consideración es que del 4-0 se pasó al 3-1, y la concertación perdió varias "comunas emblemáticas", como Valparaíso. Sin embargo, si vemos las cifras, la concertación bajó de 47% a 44%, y la Alianza bajó al 36%. O sea, ambos conglomerados bajaron respecto a las municipales anteriores en la "elección realmente representativa (concejales)".
- Limitar el análisis a la convivencia de estos bloques es limitado. La irrupción del PRI, el alza del pacto Juntos Podemos MAS, y los triunfos de candidatos descolgados, evidencian un cambio en el panorama político nacional. Por ejemplo, Navarro apoyó a una serie de candidatos descolgados de la concertación, logrando el triunfo de varios de ellos. El PRI puede decir orgulloso que en su primera elección logró 15 alcaldes.
- Análisis aparte merece la DC. Perdió varias comunas que tenían "seguras" (San Bernardo, Paine, Valparaíso, Santiago), culpando a "la crisis de las dos listas" lo que es una falacia. Primero, porque las dos listas operaron para la elección de concejales (no de alcaldes), y la segunda, porque el único efecto de las dos listas era que, por primera vez en mucho tiempo, la DC tendría que competir sin subsidios. Y así le fue: La acción hegemonizante y egoísta de Soledad Alvear provocó que la DC perdiera casi 5% por efecto de la expulsión de los colorines (baja 25% de su votación), y que, en el caso de Estación Central, provocara la derrota de Hugo Gutierrez al ponerle un competidor DC al lado (Santander llegó tercero) al no dar su brazo a torcer con el pacto por omisión. A todas luces, su accionar fue de una torpeza única, llevada por el afán del poder.
- Queda la impresión que los partidos no eligieron buenos candidatos en general. Por ejemplo, Hasbun en Santiago habría obtenido un triunfo más holgado, la concertación no habría perdido tantos municipios a manos de candidatos descolgados, de haberse ampliado el pacto por omisión la Alianza habría tenido una pasada menos grata, etc etc etc. El sistema de partidos mirándose el ombligo se dirige firme al despeñadero. Cuántos intereses cruzados se han generado (cosa de ver las múltiples aprobaciones de proyectos mineros e hidroelétricos en parques y reservas nacionales) por esta situación.
- Votó menos del 75% del padrón inscrito (menos de 6 millones de personas).
No puedo terminar esta nota sin dejar de rescatar algunos resultados:
- El triunfo de Gajardo en La Florida
- La derrota de Ravinet en Santiago (la soberbia se paga caro, ¿no?)
- El triunfazo de Vladimiro Mimica en Punta Arenas!!
- La primera y evidente es que Luis Montt, a pesar de su mala gestión, fue reelecto. De todas formas bajó su votación. Quedó la impresión que si hubiera competido con un "buen candidato", la contienda habría sido más dura. Ciertamente Sara Campos no era la mejor candidata (también respaldó el cambio de PRC el 2006, ha respaldado tácitamente la instalación de centros comerciales en la comuna, etc).
- La segunda consideración es que del 4-0 se pasó al 3-1, y la concertación perdió varias "comunas emblemáticas", como Valparaíso. Sin embargo, si vemos las cifras, la concertación bajó de 47% a 44%, y la Alianza bajó al 36%. O sea, ambos conglomerados bajaron respecto a las municipales anteriores en la "elección realmente representativa (concejales)".
- Limitar el análisis a la convivencia de estos bloques es limitado. La irrupción del PRI, el alza del pacto Juntos Podemos MAS, y los triunfos de candidatos descolgados, evidencian un cambio en el panorama político nacional. Por ejemplo, Navarro apoyó a una serie de candidatos descolgados de la concertación, logrando el triunfo de varios de ellos. El PRI puede decir orgulloso que en su primera elección logró 15 alcaldes.
- Análisis aparte merece la DC. Perdió varias comunas que tenían "seguras" (San Bernardo, Paine, Valparaíso, Santiago), culpando a "la crisis de las dos listas" lo que es una falacia. Primero, porque las dos listas operaron para la elección de concejales (no de alcaldes), y la segunda, porque el único efecto de las dos listas era que, por primera vez en mucho tiempo, la DC tendría que competir sin subsidios. Y así le fue: La acción hegemonizante y egoísta de Soledad Alvear provocó que la DC perdiera casi 5% por efecto de la expulsión de los colorines (baja 25% de su votación), y que, en el caso de Estación Central, provocara la derrota de Hugo Gutierrez al ponerle un competidor DC al lado (Santander llegó tercero) al no dar su brazo a torcer con el pacto por omisión. A todas luces, su accionar fue de una torpeza única, llevada por el afán del poder.
- Queda la impresión que los partidos no eligieron buenos candidatos en general. Por ejemplo, Hasbun en Santiago habría obtenido un triunfo más holgado, la concertación no habría perdido tantos municipios a manos de candidatos descolgados, de haberse ampliado el pacto por omisión la Alianza habría tenido una pasada menos grata, etc etc etc. El sistema de partidos mirándose el ombligo se dirige firme al despeñadero. Cuántos intereses cruzados se han generado (cosa de ver las múltiples aprobaciones de proyectos mineros e hidroelétricos en parques y reservas nacionales) por esta situación.
- Votó menos del 75% del padrón inscrito (menos de 6 millones de personas).
No puedo terminar esta nota sin dejar de rescatar algunos resultados:
- El triunfo de Gajardo en La Florida
- La derrota de Ravinet en Santiago (la soberbia se paga caro, ¿no?)
- El triunfazo de Vladimiro Mimica en Punta Arenas!!