lunes, 14 de enero de 2008

Vespucio Oriente, desarrollo y participación ciudadana: El caso de La Reina

Publicado en Matadero Palma

La construcción de la autopista Vespucio Oriente ha concitado el interés de la mayoría de las comunas de la zona oriente de Santiago. Sin embargo, las diferentes comunas han hecho valer sus posiciones de distintas formas, desde los millones aportados por comunas como Las Condes y Vitacura hasta la fuerte campaña publicitaria hecha en La Reina.

La Reina, a pesar de ser una comuna considerada ostentosa, goza de una gran heterogeneidad en lo que a características socio-económicas respecta. Los sectores aledaños a Av. Américo Vespucio son sectores medios, de Vicente Pérez Rosales hacia el oriente, coexisten sectores de gran bienestar económico hacia el norte de avenida Larraín, mientras que hacia el sur existe un sector de pobreza como la ya histórica Villa La Reina.

A pesar de la heterogeneidad, existen consensos en los sectores históricos de la comuna (en particular en los sectores medios aledaños a Vespucio, que anteriormente pertenecieron a Ñuñoa) en mantener el espíritu de comuna amigable, de pequeño comercio y esencialmente de baja altura. Es por eso que fracasó el proceso de modificaciones al Plan Regulador iniciada por el municipio el año 2005, el cual básicamente intentaba aumentar las alturas máximas de construcción y transformarla en una comuna tipo Las Condes o Vitacura. Este proceso de modificaciones se encontró con un gran movimiento ciudadano que surgió espontáneamente a propósito de este radical cambio, el cual el municipio, a través de resquicios legales, trató de obviar la participación ciudadana consignada en la ley que regula los cambios a dichos planes comunales.

La importante reacción de los vecinos logró que el municipio parara transitoriamente dicho proceso. El nuevo proceso de modificaciones al plan regulador (2007) ya no intenta transformar La Reina en Las Condes, pero hay dos nuevos factores que presiona para que las modificaciones apunten en dirección contraria a lo pedido por los vecinos: la autopista Américo Vespucio Oriente, y la entrada en escena de consorcios de retail.

Si bien es cierto que el municipio realizó una fuerte campaña en contra de la construcción de dicha autopista en superficie o en altura, no era en defensa de la calidad de vida de los habitantes de la comuna, sino en vista del futuro desarrollo inmobiliario que los vecinos habían rechazado con la oposición al plan regulador del año 2005. Los vecinos, esta vez mediante organizaciones ciudadanas, se movilizaron y emplazaron en numerosas oportunidades al en aquel entonces ministro de obras públicas Eduardo Bitrán, exigiéndole que esta vez no se ocuparan los resquicios a los que acudieron las concesionarias de las otras autopistas urbanas de la capital para no someterse a los respectivos procesos de evaluación ambiental (basta ver los efectos de segregación espacial provocado por éstas, ver artículo Autopistas urbanas: segregación a alta velocidad).

Las dudas asociadas al cambio en OO.PP.

El cambio Bitrán por Bitar plantea dudas en cuanto al desarrollo del proceso que el ministro se había comprometido con la comunidad. Según la información emanada de diferentes medios de comunicación, Bitar declaró la importancia de volver a reactivar los numerosos proyectos concesionados que se encontraban entrampados en los sistemas de evaluación. De hecho, Hermann Chadwick señaló lo positivo de cambio de ministro destacando los excesivos análisis que estaba realizando obras públicas sobre los proyectos concesionados y que esperaban que esta situación cambiara bajo la administración Bitar. Es decir, las dudas surgen ante el temor que las nuevas directrices del ministerio apunten a priorizar la inversión de las cocesionarias por sobre la viabilidad y la correcta evaluación de los proyectos.

Ahora bien, Bitrán tampoco estaba libre de críticas. Aunque trabajaba en una reforma en la ley de concesiones, la información sobre el proyecto de Vespucio tampoco era de libre disposición. De hecho, generó numerosas críticas al declarar que La Reina debía densificarse para financiar la autopista Vespucio Oriente. Para los vecinos, numerosas dudas: La Reina tiene una infraestructura vial bastante pobre. Tiene sólo cuatro vías para salir de ella: Bilbao, Príncipe de Gales, Echeñique y Larraín. A mediano plazo, existe incertidumbre en relación a que se anunció que la construcción de la autopista seria en trinchera semi cubierta entre Bilbao y Grecia. Es decir, en algún momento la construcción en trinchera cortará las vías de salida de la comuna. A largo plazo, existe la inquietud sobre el colapso vial que puede provocar el incentivo extra para ocupar automóvil que producen las autopistas urbanas. Debemos considerar que La Reina, a pesar de tener bolsones de pobreza, es la tercera comuna con mayor tasa de motorización por hogar de la capital. Demás está decir que la irrupción de la autopista en un sector que actualmente es netamente residencial cambia en el corto plazo el estilo de vida de los habitantes del sector, y en el largo plazo la autopista significará transformaciones radicales en el sector

Los malls: los nuevos actores que empujan la transformación urbana

La nueva propuesta de modificaciones al Plan Regulador considera la posibilidad, no aprobada aun ni sometida a participación ciudadana, de instalar y extender algunos polos en los que se aumenta la altura máxima para las construcciones. Este hecho está siendo aprovechado -o provocado - por intereses de empresas de retail que han fijado La Reina como el lugar para el emplazamiento de sus nuevos proyectos.

D&S hace meses comenzó con las obras mayores de su proyecto ubicado donde se emplazaba la antigua discoteque Las Brujas. A pesar de la oposición de los vecinos y de que las obras no disponen de los permisos respectivos, las obras han proseguido bajo la vista ancha de las autoridades correspondientes (incluso hay una presentación ante contraloría, que debería pronunciarse al respecto en el transcurso de los próximos días). Se debe considerar que la intersección en la que se emplaza actualmente ya goza de períodos del día con alta congestión, particularmente en Príncipe de Gales.

El grupo Plaza anunció esta semana su nuevo proyecto que estará emplazado en el sector de Plaza Egaña, haciendo uso de la nueva modificación aun no aprobada, e incluso anunció que estaría funcionando antes del final de 2008. Sumado a la construcción de la autopista, está claro que Plaza Egaña, sector residencial, de alta afluencia peatonal entre La Reina y Ñuñoa, nunca volverá a ser lo mismo.

Sin duda el proceso de renovación urbana es inevitable. La única expectativa que se puede tener es que ojalá estos cambios tengan alguna relación con la opción que han hecho los vecinos de la comuna y que trate de respetarse en algún grado su calidad de vida. Los habitantes de La Reina no es que se opongan de por sí al emplazamiento de nueva oferta comercial o de nueva infraestructura vial. Si bien es el mercado el que va formando la fisonomía urbana de nuestra ciudad, es de esperar que las autoridades pertinentes hagan vales sus atribuciones y funciones, y no dejen desprotegidos a los habitantes del orbe.

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