Escrito por Patricio Herman y Jorge Cisternas
Viernes, 01 de junio de 2007
Reconocemos que nos agradó el desbordante desplante y la simpatía de la presidenta Michelle Bachelet en su mensaje del 21 de mayo pasado, y particularmente los anuncios relacionados con la política social y el mejoramiento de las condiciones de funcionamiento para las pymes, pero no deja de extrañarnos que la manifiesta y declarada opción de la presidenta, con un desarrollo ambientalmente sustentable con la participación ciudadana en la definición de las políticas públicas, no se aterrice con compromisos concretos, preocupación central de nuestra agrupación ciudadana.
"Un Chile productivo es un Chile sustentable, porque no hay dilema que resolver entre crecimiento y medio ambiente. Y es que los valores de una cultura ambiental llegaron para quedarse. Esa es mi convicción y actuaré en consecuencia", señaló la presidenta.
Sin embargo las únicas concreciones que hace en su cuenta, se refieren a : 1) la diversificación de la matriz energética mediante el desarrollo de fuentes renovables y 2) la institución del ministerio del Medio Ambiente y la nueva superintendencia del Medio Ambiente, algo elemental con relación a la ciudad. Nada de ordenamiento del territorio y regulación del uso y usufructo de sus recursos (urbano, suelo silvoagropecuario, hidrológicos y oceánicos, subsuelo, etc). Nada de regulación de las empresas y mercados relacionados con la explotación del territorio y sus recursos.
En participación ciudadana, solo el anuncio de la elección directa de los consejeros regionales, lo que no deja de ser significativo para la democratización de nuestras débiles instituciones. "Tengo claro que lo que vamos a hacer de aquí al año 2.010. Completaremos las cuatro transformaciones que planteé desde este mismo podio un año atrás: en educación, pensiones, emprendimiento e innovación y vivienda y más calidad de vida en las ciudades", expresó la presidenta a continuación del preámbulo en que se refirió con franqueza al bodrio del TranSantiago y los logros de los gobiernos de la Concertación.
Posteriormente dio cuenta de las realizaciones, desafíos y compromisos en estas transformaciones y cuando llega a "más calidad de vida en las ciudades", manifestó: "El 21 de Mayo pasado anuncié que una de las grandes transformaciones que hará mi gobierno sería el mejoramiento de la calidad de vida en la ciudad. Para algunos fue sorpresa, puesto que el tema ciudad nunca había se había presentado como prioridad de agenda pública".
Pero, después de referirse a vivienda, dándole importancia al urbanismo, solo da cuenta del programa de mejoramiento de 200 barrios en todo el país, los subsidios de localización y los convenios de programación centrados en infraestructura urbana, para los cuales se ha destinado un fondo de 100 millones de dólares, solo en regiones, con cargo al cual, suponemos que se financiará el Plan Maestro de Aguas Lluvias de Punta Arenas y las obras de recuperación del borde costero de Puerto Natales, Porvenir y Puerto Williams, a las cuales se refiere en la cuenta.
En base a lo anterior, observamos que no solo se restringe el espacio para las demandas urbano-ambientales que estaban pendientes, sino que también, quedan en el aire, diversas iniciativas que habían emprendido las autoridades de este gobierno, concretamente, el ordenamiento territorial en base al enfoque de cuencas, impulsado por los ministros de Medio Ambiente y Agricultura y el desarrollo del sistema de planificación y evaluación ambiental estratégica impulsado también por la ministra sectorial.
En lo que podemos denominar temas institucionales transversales, es decir que atraviesan a las diversas reparticiones del Estado, y por lo tanto también el ámbito urbano ambiental, que es lo que nos motiva, vemos que no hay nada en materia de desarrollo de mecanismos de participación ciudadana y fortalecimiento de sus organizaciones, de reforma de la administración pública, de desarrollo de los sistemas de planificación y regulación, ni de desarrollo de garantías o mecanismos de protección con relación a los derechos ciudadanos.
En materia de descentralización, solo se plantean aspectos de presupuestos de gastos. Sí hay compromisos interesantes en materia de transparencia y control de la probidad, pero tal como lo hemos señalado, no es mucho lo que le sirve la aparente transparencia informativa a la ciudadanía, en la medida de que sus organizaciones no cuenten con mecanismos de financiamiento para procesar técnicamente la información y poder utilizarla y que tampoco cuente con acceso a los medios de comunicación controlados por algunos grupos de poder que guían a la opinión pública del país.
Opacadas por los problemas afectivo-sexuales de "las minas y las reinas de Chile" -Marlenes, Cecilias, Lulis y otras- las únicas reacciones ante la cuenta presidencial que han tenido cobertura en la prensa escrita y TV, han sido las comprensiblemente obsecuentes de los representantes de los partidos de la Concertación y la de los representantes de la única oposición que tiene posibilidades de expresión, la que hace la Alianza por Chile, quienes solo se han remitido a sus típicos y gastados lugares comunes y naturalmente, las de la élite empresarial y sus especialistas en pronósticos numéricos. Ninguno de ellos, se ha referido a los problemas de fondo que le preocupan a la ciudadanía.
Quisiéramos pensar, que por la hipótesis comunicacional asumida en el mensaje presidencial, no se logró reflejar el medio vaso lleno en las materias que tienen los ciudadanos en orden a participar activamente en el desarrollo sustentable de nuestro país. Ello hace necesario que las autoridades del Ejecutivo aclaren y precisen la agenda gubernamental en los temas de medio ambiente, urbanismo y participación ciudadana, al menos en los mismos términos que lo han hecho en los temas de educación, protección social y fortalecimiento de las pymes. También sería conveniente, que el líder de la oposición oficial, aclare si su coalición política está dispuesta a asumir en serio los desafíos de un desarrollo sustentable, o de lo contrario, su colorido espectáculo con Al Gore, quedará como un mero evento de publicidad indebida, por no decir engañosa.
Para terminar, nos referimos a lo que está aconteciendo con la lluvia, ya que son interesantes los llamados que le hacen a San Isidro el ministro Cortázar y la intendenta Delpiano. Mientras el primero ruega porque no llueva para no deteriorar más todavía la utilización del Transantiago, la segunda clama al cielo con el fin de que lleguen las aguas lluvias que mejorarán, aunque sea por poco tiempo, la calidad del aire capitalino. Ambas contrarias peticiones a la naturaleza son producto de la impericia para abordar las políticas públicas del transporte colectivo y falta de voluntad para tomar medidas efectivas orientadas a combatir la lacra de la contaminación atmosférica.
Agrupación "Defendamos la Ciudad"
No hay comentarios.:
Publicar un comentario